Nuestro Salva se ha pasado toda esta semana pintando la parte alta de la bóveda de la sala de manchas. Y para que veáis la proeza realizada ahí va todo el proceso: TOMA YA!!!!:
Este sábado el Sr Llopis”, El Sr. Fuster, el Sr. Berenguer y yo mismo hemos desayunado en el “Café Plaça”. Previamente Salvador había recogido la tabla que cubre el arca del viento del órgano mayor y la tapa que cubre la mecánica del teclado de la cadereta, las cuales las ha traído José Vicente con su vehículo. Este material ha sido previamente tratado por el carpintero en el taller, realizándose una limpieza a fondo (cepillado) de ambas piezas. Las etiquetas (restauración 1985) que nombraban las pisas de las contras han sido eliminadas. ¿Se imaginan que las teclas de los manuales tuviesen los nombres de las notas?. El borde de la cara interior de la tabla de la mecánica de la cadereta, ha sido cubierto con piel fina para que no tenga holguras y ajuste correctamente con la madera de la consola.
Una vez llegados a la sala de fuelles hemos procedido al tratamiento de las mencionadas partes y posteriormente han sido colocadas en su lugar. El resultado ha sido magnífico.
Seguidamente se ha procedido al lijado de la viga pegada a la pared y de la tapa inferior del fuelle 2º. También hemos seguido limpiando el interior de dicho fuelle. La gran cantidad de polvo en el interior de los mismos hace que su limpieza sea muy dificultosa. Dentro de este fuelle hemos localizado una cuartilla manuscrita de los años 40 o 50 del siglo pasado. También hemos encontrado una cajetilla de tabaco y el anillo de un puro de 1850. Esta documentación la presentaremos en la exposición.
Se han sellado todos los agujeros y desperfectos de la madera en la fachada a los lados de los registros. También se ha acuchillado, con suma cautela, parte de la fachada cerca de los registros ya que es en esta zona donde se colocarán las tablillas con las nuevas etiquetas.
Hemos desmontado la ventana de la consola con la tapa de los teclados. La ventana estaba sujeta con dos tornillos modernos y las bisagras que articulan las tapas de los teclados están clavadas con dos enormes clavos (S. XX) que atraviesan las tapas. La ventana completa ha sido limpiada de polvo acumulado durante años. Después de la limpieza hemos comprobado que la tabla central de la ventana posee una gran grieta longitudinal. Se ha decidido llevarla al taller del carpintero para restaurar y encolar la grieta de la tabla central y reponer las bisagras antiguas con clavos de tamaño adecuado y similares a los antiguos del órgano. Quizá podamos utilizar algunos de los encontrados en diferentes puntos de la sala de fuelles. Todo este trabajo será realizado la próxima semana ya que la ventana ha vuelto a su lugar original para que María Fuster, mañana, pueda tocar la misa de las 9h.
Al desmontar dicha ventana hemos descubierto que el teclado del órgano mayor estaba nivelado con un listón cubierto de espuma. El listón ha sido eliminado ya que para este menester están correctamente instalados desde el siglo XVIII los alambres doblados que contienen las teclas. Posteriormente hemos procedido al nivelado de dicho teclado y a la limpieza del marfil y ébano de ambos teclados.
La puerta trasera del órgano mayor y las viguetas de su alrededor han sido protegidas con aceite de linaza y cuando se encuentren bien secas se procederá al acabado con cera natural.
Hoy también nos ha acompañado Fátima Ruiz que ha estado limpiando y tratando la madera con líquido contra los insectos xilófagos.
A las 13’30 hemos parado para proceder al oportuno condumio.
A las 15’30 hemos reanudado el proceso José Vicente, Josep María y yo, presuntamente, solo para echar un vistazo porque a las 16 horas había convocada reunión y en principio se había decretado tarde libre. El problema ha sido que me he puesto nervioso y hemos probado la posibilidad de eliminar el gran tablero de madera aglomerada que cubre el pasillo izquierdo del órgano. Ante la imposibilidad de que el tablero saliera sin dañar algún tubo del órgano hemos decidido apear los ocho tubos de las contras y los cuatro del timbal y el tambor. Por supuesto hemos llegado tarde a la reunión convocada en el “Repos del Viatger”. Mientras José Vicente y yo acudíamos a la reunión, Josep María ha quedado en el órgano realizando en cartón las plantillas para elaborar las tablillas de las etiquetas.
A la reunión del “Repós” han acudido el Joaquín, Paco Calvo, Joan Ives, Don Javier (el párroco), Jaume Gregori, Jose Vicente Fuster, Alfredo y un servidor. En dicha reunión se han decidido los detalles del concierto benéfico del día 23 de julio a cargo de la OJPA y algunos otros menesteres.
Hacia las 17,30h hemos vuelto al cuarto de fuelles para recoger y limpiar un poco, pero nuestro afán ha hecho que con gran esfuerzo, elimináramos (aserrándolo) el tablero de aglomerado que cubría el pasillo izquierdo del órgano. También se han eliminado todas las tablas y todos los listones que se encontraban debajo de la tabla de madera aglomerada. Curiosamente hemos comprobado que ninguno de los elementos eliminados fueron instalados en 1845 lo cual hace que en este momento se nos planteen ciertas dudas:
1. Al eliminar todos estos elementos las contras se encuentran sujetas solo por sus propios pies lo que hace que se mantengan de manera muy precaria.
2. Ninguna de las contras presenta instalación o huella alguna que muestre que estuvieran colocadas de alguna otra forma.
3. Ni la pared trasera ni la parte interior de la fachada muestran huellas de instalación histórica para las contras.
4. Hemos localizado trozos de madera actual (restauraciones de los años 80 del S. XX) con clavos históricos reutilizados para mantener las contras erguidas y en su lugar.
5. El tambor y el timbal estaban cerca de las contras ya que la conducción del viento desde el arca así lo demuestra, pero ¿cual era la situación exacta de los mismos?
6. Entonces ¿Cómo se mantuvieron erguidas las contras en la instalación de 1845?
En la mayoría de los órganos españoles las contras se sujetan unas a otras de manera natural o presentan un pie que entra en el secretillo lo cual les permite mantenerse erguidas fácilmente. Debido a que el órgano de Callosa ha sufrido muchas manipulaciones (Traslado de 1845, restauraciones: 1981, 1985, 1989…) no podemos afirmar nada al respecto.
Evidentemente el secretillo histórico de las contras y su arca de viento son las únicas pistas históricas que nos permiten tomar decisiones, por lo que durante la próxima semana procederemos a la consulta con diversos maestros especialistas para recabar la mayor cantidad de opiniones y así a posteriori tomar una decisión adecuada.
En cualquier caso el pasillo ha desaparecido, y con toda seguridad, este, estaba originalmente configurado única, y bellamente, por los tubos de las contras. A modo informativo, las contras del órgano (1733) de Nicolás de Salanova de la catedral de Orihuela se encuentran instaladas de manera idéntica que las de Callosa d’En Sarrià. La única diferencia es que a principios del siglo XX se instalaron unos timbales de percusión que condenaron dicho pasillo (Orihuela).
Bien, finalmente y para que María pueda tocar el órgano con “gracia y galanía”, hemos devuelto todas las contras a su lugar y provisionalmente las hemos atado para que se mantengan con garantías. El timbal y el tambor siguen apartados a falta de construir la nueva tabla acanalada y el nuevo secretillo que, como ya hemos dicho, se colocarán de manera longitudinal. Hasta ahora estaban colocadas de dos en dos, en el pésimo y poco eficaz secretillo de aglomerado con conducción de viento a través de tuvo de pvc, esparadrapo y otros materiales innobles.
Durante el desmontaje de las contras hemos podido descubrir otro registro sin instalar (1845). Digo sin instalar porque ni existe tirador, ni árbol, ni registro en consola. Al parecer y dado el diámetro de los agujeros de la tapa del secreto y la distancia entre ellos será con cierta exactitud un flautado de mano derecha. Por lo tanto y tras las investigaciones realizadas hasta el momento el órgano se colocó en Callosa en el año 1845 sin los registros de: Trompeta real de tiples del órgano mayor, trompeta bastarda de bajos de la cadereta y el flautado y biolín de tiples de la cadereta. Si a ello le añadimos los ruiseñores, más las campanillas, en breve el órgano contará con seis registros más.
Como ya hemos dicho antes «SUPERLlOPIS» ha pintado la parte media alta de las paredes y la bóveda de la sala de manchas, la cual ha cambiado extraordinariamente. La bóveda ha sido pintada de azul a falta de una tercera capa, las molduras en un blanco roto y las paredes serán blancas. El efecto óptico es extraordinariamente excelente: la sala aparenta ser muchísimo más grande y mucho más luminosa.
El Señor Berenguer y yo hemos pasado varios días como locos buscando las campanillas y el papel más adecuado para las etiquetas. Hemos comprado un carillón de los que usan en las parroquias para cuando se arrodillan durante la consagración y cinco campanillas más en diferentes anticuarios. Hemos comprobado cuales cantan mejor y cuales armonizan mejor entre ellas y así construiremos un registro de campanillas que valgan la pena. Por otro lado hemos reservado una de las campanillas antiguas para instalar el avisador para el manchador. Como sabéis en muchos órganos históricos existía un pequeño mecanismo que el organista accionaba en la consola de manera que en el cuarto de los fuelles sonaba una pequeña campana, la cual servía para avisar al manchador o entonador para que comenzara a alzar los fuelles.
En fin. Próximamente más.