Debido a que el próximo domingo presentaremos nuestra asociación y las obras que se llevan a cabo en el tras-órgano, este jueves he viajado hasta Callosa para proseguir con la labor y aclarar ciertas medidas con el carpintero y el herrero.
En principio se contaba con que hubiera misa y pudiéramos entrar en la iglesia, pero no fue así, con lo cual tuve que esperar hasta las 11 horas. En cualquier caso no se perdió el tiempo ya que Jose Vicente Fuster y un servidor nos acercamos a la carpintería para que el señor José Vicente Calvo nos preparara la tabla sobre la que irá pegado el mural para el apadrinamiento de tubos.
Tambien se realizaron las llamadas de teléfono oportunas para convocar al electricista (Jaume Gregori) y el herrero (Joan Benimeli). A las 11 horas, por lo tanto, continuamos con la limpieza y desmontaje de las contras. Algunos de estos grandes tubos de madera estaban en muy mal estado, con los piel sueltos, los tacos sueltos y algunas grietas de importancia, lo que hacía que no sonaran. Se ha procedido a la limpieza de las bocas, pies (interior y exterior) y posteriormente han sido tratadas con la solución al amoniaco. Una vez retiradas para su secado natural se ha procedido a encolar las partes sueltas y a comprobar su canto. A última hora del mediodía han venido los señores Gregori y Fuster con el material eléctrico para instalarlo mañana viernes.
A las 14 horas se ha decidido el lugar donde se colocará el panel de los apadrinamientos de tubos, a saber, encima de la puerta falsa.
Descanso y condumio en casa de la familia Antón. Posteriormente, a las 15’30 horas el señor José Vicente Fuster y un servidor hemos comenzado a encolar las contras con papel ya que además de que hay muchos parches con pergamino, también hay grandes grietas que deben ser selladas. El proceso se ha llevado a cabo lentamente aunque con un resultado excelente. Hay que reconocer que las contras engañan ya que por ejemplo el tubo del do mide 250 cm de altura. A las 17 horas ha visitado el famosísimo cuarto de manchas el señor herrero quien ha tomado las medidas definitivas de la estructura que sujetará las contras y la correspondiente a la de la escalera que sostendrá el motor en su nueva ubicación.
Al haber apeado todas las contras, tambor y timbal hemos procedido a investigar una vez más en la zona de la mecánica de las contras y la zona anterior del secreto del órgano bajo. La incursión ha demostrado que dicha zona jamás ha sido ni desmontada, ni limpiada, ni restaurada. Esto refuerza la teoría qu eteniamos sobre el timbal y el tambor. Me explico: los cuatro tubos que hacen sonar a dichas voces del órgano, tienen añadidos una pieza de madera en la boca, de manera que así los labios están mas cerca uno del otro. Esto se hace porque no llega el suficiente viento a los tubos como para que canten. Y, el viento no llegaba correctamente a los tubos porque había y hay una fuga en el secreto. Lo correcto hubiera sido, desmontar el secretillo y reparar la fuga. Actualmente la solución es muy complicada ya que aunque reparemos la fuga de viento en el secretillo, la maniobra para poder eliminar las piezas de madera del labio superior de cada tubo puede causar daños, pues están pegados con una cola cristalizada e imposible de eliminar sin causar los mencionados daños. La inspección indica también que a pesar de que dentro del arca de dicho secretillo, indica con rotulador que se procedió a una limpieza en el año 1985, se puede comprobar que las cantidades de polvo actuales tienen hasta 10 centímetros de grosor.
Hemos realizado una pequeña limpieza y a posteriori procederemos a desmontar el secretillo y la mecánica de las contras para proceder a una limpieza exhaustiva y a la restauración de todas las partes.
Finalmente hemos encolado con piel y papel el listón que mantendrá en su sitio las contras. El señor José Vicente Fuster y un servidor hemos abandonado el templo a las 19’30 horas después de comprobar que en la iglesia hay suficiente cobertura de telefonía para poder conectar el teléfono con el ordenador y así presentar la web el próximo domingo.
Saludos.
Benantzi Bilbao