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20 de febrero de 2010

Hoy éramos muchos: El Sr Fuster, el Sr. Llopis, el Sr. Berenguer, el Sr. Oskar, la Sra. Galiana, el Sr. Gregory y los alumnos de la clase de órgano del conservatorio de Alcante: María, Martín y Alejandro. Ah y falto yo.
Hemos comenzado con la faena hacia las 9’45 .

Trabajos realizados:

Apeo de las cuatro piedras de cada uno de los fuelles las cuales se han colocado en el suelo en orden y se han numerado.
Apeo de los tres fuelles restantes.

  

Limpieza, eliminación de clavos, cueros viejos, pieles y tratamiento antixilófagos de la madera en 2º y 3º fuelles. Limpieza del interior del fuelle 1º. El trabajo ha sido arduo ya que contiene grandes cantidades de polvo pegado en su interior. 

    

Apeo de las palancas o pértigas que accionan los fuelles.
Se ha eliminado toda la instalación eléctrica que daba la luz al motor del órgano y a la consola. Se ha colocado una lámpara de pinza en el travesaño del banco del órgano para iluminar los pies y otra de pie para iluminar el atril. Las dos lámparas van enchufadas a una regleta con interruptor que a su vez llega hasta una alargadera enchufada en el extremo de la sala de manchas. De manera provisional se ha instalado un interruptor para encender el motor del órgano en una pilastra de la fuellería nueva.

      

Se ha procedido a la limpieza de las zonas generales de clavos y demás elementos dañinos. Se ha tratado con insecticida antixilófagos una de las vigas de la estructura de los árboles de los registros ya que estaba muy afectada por carcoma (aparentemente muerta).
Entre ayuda y ayuda los grandes aprendices (María, Alejandro y Martín) nos han deleitado al órgano con variadas obras musicales. 

Todo esto parece muy simple pero nos ha llevado toda la mañana.
A las 14 horas comida en la fonda Galiana.
Retornan a las 15’30 horas: Llopis, Berenguer y Bilbao. Se ha terminado prácticamente con los fuelles 2º y 3º a falta de la eliminación de las pieles en mal estado y la limpieza de la piel restante.

EL violín (clarín de ecos) fue un registro que al parecer o no se instaló en el año 1845 o fue expoliado en la postguerra. Solo quedaba la caja vacía y mutilada en el extremo de los agudos. La mutilación pareció ser realizada para evitar el choque con su propio abreregistro. Posterioremente en el año 1999 se instalaron los caños nuevos de dicho registro y se le colocó una tapa de manera muy poco profesional. Se utilizó una tapa demasiado fina, no se selló la mutilación de la caja y no se utilizó piel en sus bordes para eviter el ruido al cerrar la tapa. En consecuencia el efecto de eco, contraeco y suspensión era inexsistente. Por otro lado este registro no era utilizado ya que la instalación de las lengüetas de los tubos era incorrecta lo que hacía que los caños malcantaran.

Por nuestra parte, se ha procedido al apeo de todos los tubos del violín y de su panderete para posteriormente apear también la caja de ecos. Hemos procedido a la limpieza de la caja y a la eliminación de piel vieja y cola. Se ha sellado la parte mutilada de la caja con una pequeña pieza de madera,  piel y cola orgánica. Finalmente se han encolado con piel las partes que harán de contacto con la tapa para su perfecto efecto de eco, contraeco y suspensión. Ahora nos queda solicitar al carpintero una tapa de buena madera, colocar la piel, revisar y colocar los tubos  y escuchar… como canta.

     

Bien, Esto es todo. EL sábado que viene un poco más.