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22 de mayo de 2010

A las 09’30 terminó la misa matinal y comenzamos la faena replanteando los tubos del timbal y del tambor en su secretillo. Un vez tomado el eje y ubicados los tubos con cuidado, se dibujaron con lápiz los pies sobre el secretillo, dejando una separación de 50mm entre tubo y tubo. A continuación procedimos a hacer los agujeros para colocar los tubos y los dos agujeros para la entrada del viento.

Realizados los mismos, volvimos a poner los tubos encima para comprobar la buena hechura de los agujeros y los desmontamos de nuevo para proceder a colocar la piel. A media mañana llegó de visita el presidente de la asociación con un señor, al que le enseñamos los intríngulis del instrumento. A eso de las 13 horas vino Fátima Ruiz a saludar ya que no pudo venir a ayudar en la labor. Después del descanso para comer seguimos con el lijado y acabado de los agujeros del secretillo. Cortamos y encolamos las pieles al mismo y las dejamos secar.

Hacia las 15 horas llegaron las ilustres hermanas Fuster, ilustres músicas de la ciudad de callosa. Con su ayuda pudimos afinar la lengüetería del órgano y algún registro labial de la cadereta. Durante esta labor se pudo comprobar que dicho secreto se encuentra en muy mal estado. Hay traspasos, panderetes rotos, lo que hace que muchos tubos estén apoyados unos contra otros dañándose entre sí y en un equilibrio muy frágil, pérdidas de aire por encolados mal hechos (intervención años 80-90). Finalizada la afinación se colocó el secretillo del timbal y el tambor y los tubos de los mismos.