Querido Salvador, te seguimos explicando lo que vamos haciendo en el cuarto de las machas: Hoy, domingo, Josep María y un servidor hemos llegado a Callosa hacia las 9’25. Yo esperaba que María estuviese tocando el órgano, pero…ah! ¡Que desventura!!. Nada de bella música, nada de cantos. Es la primera vez que escucho en la iglesia de San Juan Bautista de Callosa d’En Sarrià una comunión en silencio, SIN CANTO ALGUNO!!!, triste, muy triste.
En fin, que hemos subido y hemos esperado a que aparecieran los brillantes colaboradores. Al rato ha llegado Fátima y hemos decidido comprobar la presión del viento para afinar la cadereta. Curiosamente la presión del fuelle grande era unos siete milímetros más baja, con lo que comprobado los pesos y el fuelle hemos descubierto una fuga de cierta importancia. Las fugas se deben a la pésima calidad de los materiales utilizados en la construcción del fuelle, a saber, madera aglomerada, hule etc. ¿Te acuerdas como te reías cada vez que yo me cabreaba al encontrar las chapuzas?, je,je. ¿Ves?, ahora cuando encuentro algo mal hecho me acuerdo de ti y me río. En fin, hemos encolado un pequeño trozo de piel a la zona de fugas en el hule y rápidamente ha vuelto la presión a su nivel. En la foto se pueden ver los dos fuelles que han alimentado de viento al órgano. El fuelle inferior alimenta a la cadereta y a las contras; el fuelle superior alimenta al órgano mayor. La instalación de estos fuelles supuso una serie de agresiones importantes a diferentes partes del instrumento:
1. Aserrado del conducto madre histórico y eliminación de parte del mismo.
2. Perforación de la pared del órgano para la instalación del conducto moderno
3. Eliminación de la tapa original que cerraba el órgano encima de la puerta de acceso a al cadereta.
4. Perforación del arca del viento para la instalación del conducto moderno.
5. La viga histórica que sujeta a los fuelles originales presenta 21 agujeros de diferente tornillería utilizada para sujetar la estructura del fuelle superior.
6. Eliminación de las bisagras de la puerta de acceso a la cadereta y mutilación de la misma para poder acceder a la cadereta, pues la instalación del fuelle hace imposible el acceso a la misma a la manera tradicional.
Mientras se secaba la cola del todo, Josep María y Fátima han limpiado la escalera de madera y yo he confeccionado las arandelas de cuero para los grandes clavos que sujetan los fuelles. La escalera de madera estaba muy sucia debido a las obras de colocación de la ventana, la cual espera impaciente le coloquen el cristal y la pinten.
Al rato ha llegado Jaume Gregori con su preciosa hija Neus. Un poco de buena conversación…
Hemos comprobado la paridad en la afinación del órgano mayor con el órgano bajo y a continuación hemos procedido a reafinar toda la cadereta. Hemos empezado con la octava y al rato hemos tenido que parar pues comenzaba la misa de las 11h.
Entonces hemos decidido cubrir con un plástico la salida del conducto madre hacia el órgano para comprobar así la estanqueidad del fuelle recién colocado, las válvulas no retorno y el propio conducto madre. Oh que gran infortunio!!. Las válvulas 3 y cuatro, pertenecientes al fuelle segundo perdían aire notablemente. La cuestión se ha tornado intrincada pues la posibilidad de desmontar de nuevo las válvulas era realmente complicada. Hemos echado de menos tus ideas… Finalmente nuestro querido diseñador y supermanitas Josep maría, ha cortado unos trozos de piel y ha recubierto las tapas de las válvulas, pero estas seguían perdiendo, ya que la madera se había combado y la piel era demasiado fina. En consecuencia hemos tenido que utilizar piel más gruesa aunque fuese de color azul. El resultado ha sido perfecto, magnífico.
Un poco más tarde ha llegado José Vicente Fuster y el ilustre carpintero José Vicente Portugal (ambos con una buena resaca, eso sí, terrestre). Hemos planteado y tomado medidas para colocar los conductos que irán desde el motor, en su nueva ubicación, hasta el fuelle 1 y desde el conducto madre a los dos secretos, a saber: cadereta/contras y órgano mayor.
Al terminar hemos afinado el violón, la octava y el nasardo en quincena de la cadereta. Durante la afinación hemos podido comprobar que los tubos del nasardo en 15º no son originales del órgano y además creemos que en origen eran tapados. El panderete, en los tiples de este registro indica que los tubos originales eran más anchos. Por otro lado, muchos de los tubos se encuentran en tan mal estado, que cualquier manipulación corre el riesgo de mutilarlos o de hacerlos mudos, por lo que en algunos casos hemos decidido no tocarlos.
Hemos terminado hacia las 14’30. La semana que viene te contaremos más.