Este fin de semana es muy especial y que conste que no es por la primera declaración de alerta decretada por un gobierno durante la democracia actual. En términos musicales: “Tiene bemoles”. Decimos que es especial porque hemos retomado el ya anunciado festival o ciclo de conciertos de órgano que se realizaba desde los años ochenta en Callosa d’En Sarrià.
En definitiva el viernes día 3 recogimos en la estación de tren de Alicante a Don Felipe García, ilustre estudiante de órgano de la bella ciudad de Burgos. Para variar el tren llegó con retraso (eso sí, solo de media hora) y, raudos, tomamos camino hacia Callosa. Una vez allí pasamos por la carpintería de don José Vicente Calvo para recoger la ventana de la consola del órgano que depositamos la semana pasada para que fuera restaurada a fondo. Como ya han visto ustedes en diferentes ocasiones, la ventana está construida con diferentes piezas, al parecer, aprovechadas del órgano original. Recordemos que el órgano fue adquirido por la parroquia de San Juan Bautista de Callosa d’En Sarrià en 1845, pero su construcción data de finales del siglo XVIII.
Pues bien, la ventana presentaba una gran grieta de parte a parte, bisagras clavadas con clavos que traspasaban la madera, desajuste de la tapa de los teclados que a su vez hace de atril, etc. Pues bien, la tapa ha sido encofrada con cola y junto con las demás piezas ha sido limpiada por procedimientos mecánicos. Posteriormente se han ensamblado las diferentes partes: para las tapas de los teclados se ha utilizado piel encolada por ser el elemento histórico utilizado en las zonas móviles de los órganos (no causa ruido, es más elástica y muy resistente); a continuación se han ensamblado las tapas del teclado a la ventana y finalmente para corregir los desajustes entre la caja del órgano y la ventana se ha colocado una moldura en su perímetro. Este trabajo lo han llevado a cabo los señores Don José Vicente Calvo (“El Fuster”) y Don José Vicente Fuster.
Posteriormente ya en la iglesia, María Fuster, José Vicente Fuster, Felipe García, Josep María y un servidor hemos seguido con los trabajos. Así, por razones estéticas y prácticas, se han eliminado los dos pestillos de madera que colocados a los dos lados de la ventana servían para sujetar la tapa de los teclados. En su lugar se ha colocado un pequeño pasador debajo de las tapas que obra haciendo tope, con lo cual hemos conseguido que la sujeción sea más segura y que el mecanismo sea prácticamente invisible. Por otro lado estamos estudiando otro tipo de medidas para eliminar los tornillos que sujetan la ventana pues son bastante toscos. Falta encerar bien la madera pero hasta que no termine el festival no vamos a proceder a ello.
Una vez colocada la ventana en su lugar se ha procedido a la afinación de la lengüetería del órgano mayor, pero no hemos podido acabar pues comenzaba el rosario y seguido iba la misa.
A la mañana siguiente hemos aislado con piel encolada la tapa de afinación de la caja de ecos. Esta tapa no es original pues, al parecer, al instalar el órgano, los últimos registros del secreto nunca fueron colocados; de hecho, el registro de los bajos que con toda seguridad corresponde a un bajoncillo, no presenta ni árbol ni etiqueta en la consola. Por el contrario en los tiples se instaló todo menos los tubos. La caja de ecos, de construcción tradicional, se encontraba arrumbada dentro del instrumento. En 1999 se instalaron los caños de un clarín, la tapa superior y la tapa de acceso para afinar. Como ya dijimos en el diario de 20 de febrero las tapas se instalaron de manera muy poco profesional y por lo tanto el efecto de eco y contraeco era nulo.
Con motivo del concierto del sábado procedimos a la afinación del biolín (clarín de ecos) y nos percatamos que la tapa de afinar no aislaba correctamente por lo que decidimos colocar piel en su borde. El resultado es lógicamente el esperado: magnífico. Posteriormente se afinaron los registros de lengüetería del órgano mayor y por la tarde escuchamos un bonito concierto a cargo del joven organista burgalés Felipe García.
AHHHHHHH, que se me olvidaba que tambien ha estado trabajando estos días Iván, el hijo de Salvador y ha tintado la ventana, ha eliminado los restos de tachuelas y clavos de la antigua instalación eléctrica, etc. Posteriormente ha enmasillado los agujeros para finalmente pintar con maestría. Un artista. Ha tenido un buen maestro. AUPA IVAN!.
Benantzi Bilbao